09/04/2014

Sin novedad... por suerte

Hace mucho tiempo que no actualizo esta bitácora. Es una mala costumbre, sin duda, si uno quiere tener lectores fieles. Las bitácoras que no se actualizan acaban cayendo en el olvido y pasan inadvertidas, algo opuesto a su espíritu. Por tanto, tendría que estar preocupado y tener cierto cargo de conciencia. Pero no es así.

No es así porque, por suerte, no tengo grandes novedades que contar. Este curso podría haber sido sumamente problemático: pasamos de Primaria a Secundaria, con un cambio bastante drástico. De tener un profesor de referencia, a tener muchos con una importancia bastante equivalente en la educación que recibiría nuestro hijo. Ya en las primeras reuniones del curso se nos pidió que tuviésemos paciencia, ya que no solo él tendría que acostumbrarse a los cambios -nueva forma de enseñar y aprender, nuevos compañeros- sino que los propios profesores tendrían que hacerlo, ya que para ellos tratar con alumnos con necesidades semejantes a las suyas también suponía una novedad.

Cambio también de PT, de psicóloga de referencia... Tantos cambios... Suponíamos que, dado el apego a las rutinas y a lo conocido de nuestro hijo esto supondría una dificultad añadida para él. Pero en realidad no ha sido así. Él sigue con sus dificultades, a veces parece que vamos dando un paso hacia adelante y dos hacia atrás, pero el balance general es positivo. Nos han dicho que los profesores están encantados con su trabajo; incluso su psicóloga nos ha dicho que, dados los resultados que van obteniendo a lo largo del curso, se plantea ser un poco más exigente en los objetivos que hay que alcanzar, que en principio estaban más orientados hacia la consecución de una autonomía personal para desenvolverse en la sociedad actual que hacia la acumulación de conocimientos. (Hago aquí un inciso para recordar que recientemente se ha publicado que el informe PISA señala la dificultad que tienen los adolescentes españoles, en relación con los de los demás países de la OCDE, para resolver problemas de la vida cotidiana...)

Por lo tanto, sin grandes novedades. Quizá sea reiterativo en mis ideas, pero me gustaría insistir en que no todo tienen que ser ejemplos de mala integración, de discriminación... Hay colegios, y muchos, que hacen un gran esfuerzo, en plena época de penurias y recortes, para integrar a los alumnos con necesidades especiales. Felicitémonos por ello.

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